Segunda parada en el viaje de
Spartacus por Roma. Segunda demostración de que violencia, sexo y sangre pueden
encajar de manera perfecta en un guión notable y en la narración de una
historia que sigue avanzando poco a poco hacia una guerra entre nobles y
rebeldes. Una guerra donde esperemos que participe el protagonista del episodio
de hoy, Oenomaus, grande entre los grandes. Vamos a analizar este “A Place In
This World”.
El capítulo ha comenzado, sin
avisar, en el pasado. Concretamente en un sitio que conocimos en el 1x04: “The
Pit” y lo hace con Oenomaus, del cual descubrimos muchas cosas en la precuela
Gods Of The Arena, pero que en este capítulo se nos muestra más joven que nunca:
retrocedemos al mismo instante en que un paternalista Batiatus Senior lo acoge
en su Ludus, no solo para entrenarle, si no para domesticarle. Increíble la
escena inicial cuando el futuro Doctore le destroza la cara, en primer plano
detallado, a su oponente. La verdad es que la cantidad de gore en esta
temporada ha aumentado. Yo no me quejo, pero sí que hay gente que ya demanda
escenas un poco más “lights”.
A lo largo del capítulo vemos
como el padre de nuestro querido Batiatus, que aparece en su versión infantil,
consigue hacer que Oenomaus pase de ser una bestia a un esclavo fiel y
completamente unido a su causa. La verdad es que viendo como trata Titus
Batiatus a Oenomaus no es de extrañar: muchos esclavos quisieran tener a un
Domine que respeta, bastante mejor que la media, a sus siervos. Me gusta que
Batiatus y su Casa sigan tan presentes en la serie pese a su muerte, es lo
mínimo que se merece tan buen personaje.
Esto nos lleva al presente, donde
nuestro querido exDoctore ha vuelto a sus orígenes. Y ahora lo entendemos
mejor: su vida fue la Casa de Batiatus. Una vez que ésta fue destruida, su
vida, en parte, había acabado, por lo que vuelve al lugar donde se encontraba
antes de la vida que le consiguieron en el Ludus que Spartacus acabó arrasando
(en parte con su ayuda).
He de decir que viendo el
capítulo hemos temido por la muerte de Oenomaus, el cual solo reclamaba más
enemigos (incluso de dos en dos) para encontrar al fin alguien que pudiera
matarle. Aunque sinceramente, con las pintas que llevaba, seguro que más de uno
ya había perdido medio combate antes de iniciarlo: imponía bastante con esa
pintura blanca.
Pero hay algunas cosas que nunca cambian. Y una de ellas es que Onemaus siempre impone. Y en este capítulo más. |
Pero cuando todo parecía acabado,
la esperanza ha llegado en forma cobardía, deshonor, traición y astucia. Sí,
amigos, Ashur ha vuelto a lo grande. Como solo él podía hacer: “liándola parda”
matando a unos cuantos, salvando a Doctore, entregándolo a Glaber, ejecutando
un plan junto a la “ya no tan loca” Lucretia. Sí señor, se echaba de menos a
este personaje, que si bien es uno de los más odiados, también era uno de los
más esperados por aparecer. No desvarío mucho sí digo que Ashur es más
carismático que Glaber. Y creo que solo con el plan, que parece ser ha trazado
con Lucretia, ha hecho más por acercarse a Spartacus que Glaber con sus
rituales y los intentos de confraternizar con el “niño pijo” de Seppius.
Siguiendo con este tema, mal
parado habría podido salir dicho plan si al final se hubiera consumado la
inesperada locura que se ha hecho dueña de Ilithyia durante unos segundos,
cuando casi mata a Lucretia. La verdad es que la rubia (que no olvida a
Spartacus) demuestra durante el capítulo que su relación con Lucretia va a
durar lo mismo que tarde ésta en recuperar la memoria. Bien haría en unirse a
Seppia (que lo hará) y disfrutar más de los placeres mundanos.
Bueno, y una vez visto todo esto,
no queda más remedio que pasar a quien da nombre a la serie: Spartacus. Un
Spartacus al que se le ha hecho un paralelismo con Titus Batiatus. Es decir,
nos han mostrado como ambos intentan lidiar con alguien que en principio no
atiende a razones. Alguien que podría atacarles a la mínima. Alguien con
potencial que no está dispuesto a obedecer. Mientras Titus Batiatus trataba de
convertir a Oenomaus en un buen gladiador, Spartacus ha intentado con Nasir
(nombrado Tiberius por su Domine) convertirle en un rebelde para su causa. Y
ambos consiguieron su propósito. Lo malo es que uno acabó revelándose contra su
propia casa (Oenomaus) y el maestro de Nasir, Spartacus, también se rebeló
contra su Domine, Batiatus. Esperemos que el joven sirio (dicen que su hermano
pudiere ser Ashur) no se apunte en un futuro a esta moda.
Spartacus y los suyos siguen el
camino de guijarros que ha dejado tras de sí Naevia. En lo que parece ser una
misión imposible y un sueño que no se quiere desvanecer en la cabeza de Crixus,
Spartacus apoya firmemente la determinación del Galo. Y éste, de momento, se
muestra agradecido. Sinceramente, creo que llegará un punto en que Spartacus no
apoye al anterior Campeón de Capua y empiece así una guerra civil en el seno de
los rebeldes, con Spartacus a un lado y Crixus en el otro. Espero que esto no
se cumpla, porque unidos en la batalla, estos dos molan mucho.
Spartacus y su crew |
Y ya para acabar, mencionar que el tema amoroso entre Spartacus y Mira sigue avanzando con firmeza. La relación entre ambos se va consolidando, aunque desde el punto de vista exterior, parece ser que la relación se ve vista como una simple contraprestación de servicios: Mira satisface a Spartacus y éste le protege. Pero bien saben ellos, aunque parezca que duden, y nosotros, que entre esos dos se va cimentando una sólida relación.
DETALLES
- Gannicus, Naevia y la
gladiadora, nuevo fichaje, que es tan buena en la cama como en la Arena, aún no
han aparecido. Se espera, por lo menos del primero, que lo hagan a lo grande,
como ha hecho Ashur en este episodio demostrando lo que es: un estratega nato.
- La primera temporada tenía sexo
y sangre, pero en esta temporada, con solo dos capítulos, hemos visto como
estos dos elementos se han potenciado. Las escenas con contenido sexual han
aumentando en número respecto a las temporadas pasadas, al igual que las
escenas de batalla se han vuelto más gores y explícitas. Ojo, son detalles, no
críticas.
MEJORES ESCENAS
3. La escena inicial en que se
nos muestra al joven Oenomaus masacrando a su rival antes de ser comprado por
el Domine de la Casa de Batiatus.
2. Nasir demuestra en la última
batalla del capítulo que quiere seguir a Spartacus y a sus rebeldes en el
camino que lleva a la venganza contra Roma.
1. La escena final en que se nos
muestra a Oenomaus secuestrado y arrodillado ante Glaber, debido al plan de
Ashur, que parece ser ha confabulado con Lucretia para tener al Legado de su
lado.
FRASES
Joven Oenomaus a Titus Batiatus: “Yo
no peleo por los Dioses. Pelearé por ti, ese es mi propósito. Mi vida. Para
honrar la casa de Batiatus”.
Spartacus a los esclavos recién
liberados: “¡Podéis elegir como antes lo hicimos nosotros. Someterse para
siempre a la crueldad romana o coger las armas y uniros a nosotros en la
libertad. Soy Spartacus!
4 comentarios:
genial capitulo, ir conociendo mas en profundidad las historias de los personajes consigue que el nivel de la temporada mejore por momentos. todavia me cuesta encajar a este nuevo Spartacus, que en comparacion, no me resulta tan cercano ni tan expresivo delante de la camara con el anterior. de todas formas notable muy alto a este capitulo.
Geniales las analogías de Titus-Spartacus y Oenomaus en su anterior vida J J. El capítulo ha tenido sus momentos pero el final ha sido bestial, esto va cogiendo forma señores.
brutal capítulo, aunque era difícil que siguiera la estela de la premire...aparición de Ashur magnifica, en serio este tio es el puto amo, me encanta jajajajaja el personaje de Nasir me ha gustado! pero quiero que aparezca ya el fucking champion of Capua Gannicus!!!:D :D :D el final genial, habia dejado ya de lado la teoria de conspiracion de Ashur y Lucretia, y al final va a ser verdad!!Menudo ritmo llevamos :D :D :D
Genial capitulo, hacéis un gran trabajo, por cierto ando detrás de la canción que se escucha cuando Ilithyia recuerda su apasionante encuentro con Espartaco ¿Alguien me puede decir su título?
gracias.
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